Un buen diseño, asistido por una correcta orientación, marca la diferencia en el camino hacia el mejor resultado posible. La planificación de un terreno define en dónde diferentes tipos de desarrollo deberían, o no, suceder, en conjunción con los objetivos primarios del emprendimiento y las dos primeras capas de encuadre.

Nuestro enfoque sobre cómo planificar un terreno integra conceptos de diseño con la topografía, generando así un marco regenerativo de diferentes sistemas de producción, ya sean basados en la agricultura o en la ganadería. Para afrontar las dificultades asociadas con estos sistemas de producción, y las fluctuaciones de un clima en cambio constante, necesitamos crear los sistemas más robustos y resilientes posibles.